lunes, 28 de octubre de 2013

Anastassia Elias y sus obras en papel higuiénico

Anastassia Elias es una crack.
Desde que vi sus diseños en rollos de papel higiénico no he parado de almacenar los mios y mirarlos, luego a mis manos, coger una tijera pequeñita, de esas de cortar uñas, y quedarme mirándo todo con cierta impotencia
¡Cómo le pueden salir estas pedazo de obras de arte!



Tiene 36 años y es de Paris. Estudió filosofía y periodismo y es una artista polifacética: pintura, collages,ilustraciones para niños... Pero estas pequeñas esculturas en rollos de papel de baño es algo que esta corriendo por la web a mil por hora. Y no es para menos. Les cuesta entre dos y tres horas hacer cada uno, y utiliza para el mismo papel oscuro para las figuras del interior para darle un ambiente más real.

Me gusta mirarlos  y re-mirarlos. Dejo aquí alguna muestra más, una genial motivación para reciclar y hacer cosas bonitas.











jueves, 24 de octubre de 2013

Lisa Hannigan y sus vídeo-clips con papel


Descubrí la música de Lisa Hannigan no hace más de dos años. Una antante irandesa con una preciosa voz   que durante 2001 hasta 2007 fue vocalista de Damian Rise.  En 2008 se lanzó en solitario y ha ganado varios premios, y no me extraña, la verdad. Y es que esta chica suena bien, suena Muy Bien.

Pero lo que le trae aquí son sus vídeo-clips. Me enamoraron nada más verlos.
La grabación de una de sus canciones, Lille, la hizo con un libro pop-up y es verdaderamente una pieza de arte.



Resulta que a esta chica le gustan las cosas hechas a mano, y suele pedir ayuda a su madre y a su hermano, Jaimie, que dirige los videos y no dudan en enfrascarse en sus proyectos. Y en estos vídeos sobretodo a contado con la colaboración de Maeve Clancy, cuyo trabajo es magnífico.

Pero no contento con un vídeo, os dejo otro, I don´t know, donde también cuenta con el mismo apoyo, al igual que el de su grupo, con el que toca desde hace tiempo y el que le ayuda a desarrollar toda esa creatividad que hace que podamos contar con estas joyas.



lunes, 21 de octubre de 2013

Tell a story: Libreria ambulante en Lisboa

Tell a Story es una libería ambulante de Lisboa. Es una furgoneta antigua, azul, con estanterías llenas de libros de autores portugueses que sacan a la calle para atraer a los turistas y hacer que se lleven parte de la cultura. Se colocan en distintos puntos, van rotando y ofrecen libros portugueses traducidos a distintas lenguas, para que podamos comprarlos, entenderlos y llevarnos un pedacito de su literatura.

 
 
Se presentan así: “Érase una vez que se era un país que había nacido con el don de la escritura, un autor que quería contar una historia, un libro que pretendía ser leído, un turista que desconocía el portugués, y una tienda que no podía parar quieta en el mismo sitio. Todos unidos escribieron una nueva historia.”

Es una iniciativa única que surge del amor por la cultura y del interés por difundirla.
Es bonito ver esta pequeña furgoneta apostada en una acera mostrándonos sus libros. Y es inteligente que lo hagan de esa forma. Lisboa es una ciudad llena de turistas, y que mejor regalo que un poco de historias propias, algo que trasciende a un objeto o a una lata de conservas que devoras en un segundo.
Un libro perdura, y ellos lo saben.

jueves, 17 de octubre de 2013

This is not a book

Hay veces que hay libros que te sorprenden, y no por las historias que cuentan, sino por lo que te hacen hacer.

En 2008 estuve en París en casa de una amiga francesa y una de las tardes que estabamos sentados en el salón de su casa, ella sacó un libro y nos dijo que si nos apetecía jugar.

El caso era que cada página de ese supuesto libro, era una propuesta para que hiciéramos, lo que nos envolvía en un juego, en un pasatiempo para una tarde tranquila disfrutando de buena compañía.
Recuerdo que abrió el libro al azar y el enunciado de la página era: Dibujate a ti mismo de la manera que más te guste, con los símbolos que más te peguen, con lo que te identifica.
Torpe con el lapiz, no supe por don
de empezar y creo que hice uno de esos dibujos que arrastramos desde el colegio y no hemos aprendido a perfeccionar.
Celine, mi amiga, hizo un retrato precioso donde mezclaba peces y hojas que todavía guardo en algún lado.
Otra de las órdenes era para hacer en la calle, así que la dejamos para más tarde, y otra era de enumerar los momentos en los que había aparecido el color verde en tu vida.
Fue una tarde divertida, una experiencia diferente, algo que siempre he recordado. Apunte la editorial del libro y la guardé. Sin embargo no lo encontré en España, así que al cabo de un tiempo desistí.

Dos años más tarde, en un viaje a Edimburgo, di con una librería en la que encontré el libro. Sí! Vendían libros de todo tipo, y yo encontré el libro que no es un libro.
No dudé en sacar mi cartera y añadir un gasto más a mi cuenta, pero merecía la pena.
Ahora lo tengo en casa, y puedo hacer cosas tan divertidas como esta, sólo o acompañada.



lunes, 14 de octubre de 2013

Zapatos de papel de periódico: Colin Lin


Hace poco, no recuerdo cómo, llegué hasta los diseños de esta mujer Colin Lin, una taiwanesa que encontró la forma de reutilizar los papeles de periódico y hacer cosas tan chulas como estas.




Comenzó su negocio teniendo en cuenta la gran demanda de calzado que existía en su país y utilzando un material que era barato y bueno para el medio ambiente. Con sólo cuatro hojas de meriódico hace unos zapatos como los que vemos. ¡Increible!
Y ya ha vendido más de cuatro mil pares de estos zapatos ecológicos, no sólo en su país sino en EEUU y Europa. Aunque no son muy baratos que digamos, cuestan entre 100 y 150 €, aunque son muy duraderos debido a la goma de sus suelas y el algodón de su forro.

Quizá podamos intentar hacer unos parecidos. Todo es ponerse. Al final todo este tipo de soluciones nos ayuda también a nosotros mismos. ¡A ver quien se atreve!

jueves, 10 de octubre de 2013

Autores que me tocan: Zadie Smith

Me encanta.

Tiene una mirada intensa. Te mira desde la solapa del libro y te quiere decir muchas cosas, aunque parezca tímida y las guarde bajo ese pose sinceroy esos expresivos ojos.
Me encantaría escuchar su voz.

Nacida en el 75 en Londres de madre jamaicana y padre inglés, se crió en un barrio multicultural, y se nota en su prosa. Su primera novela "Dientes Blancos" se publicó en su último año de carrera, en el 2000, por lo que ella tenía 25 añitos. Y ganó varios premios.
Recuerdo el libro. Me lo compré en edición de bolsillo tenía una portada característica. Al igual que muchos de sus protagonistas. A una le faltaban los dientes frontales, otros eran ex combatientes de la Segunda Guerra Mundial, todos eran inmigrantes, con hijos difíciles, o no tanto, simplemente con hijos de segundas generaciones que no lo tienen fácil.

Después vinieron "El cazador de autógrafos", que no terminó de cuajarme y "Sobre la belleza", que me encantó. Otros libro de recopilación deautores, un ensayo, y por lo que leí colabora con su marido en una obra de teatro, además de enseñar desde 2010 Escritura Creativa en la Universidad de New York

Polifacética, pero siempre dentro de un mismo ámbito, de una misma línea.

Dice cosas tan ciertas como que " creces con tu escritura cuando empiezas tan joven" o " mi mente tiene forma de novela". Y es cierto que suele pasar, estas dos cosas. Se cuecen historias cada vez que doblas una esquina, todo es estimulante, cualquier pequeño detalle que parezca insignificante, cualquier gesto. Y eso es lo bonito. Lo bonito de lo cotidiano.

He creido leer por ahí que en noviembre estrena nueva novela, una que lleva siete años escribiendo, entre otros proyectos y sus labores de profesora.
Así que... ¡Espero poder pedirla para Navidad!

lunes, 7 de octubre de 2013

Los libros y sus películas II

En julio hablé de libros y de películas, de como unos a veces enganchan más que los otros, o al revés.
Así que aquí vuelvo al ataque con una segunda parte.

Libros que me han gustado más que las películas:

-Las cenizas de Ángela, Frank McCourt

Lo leí hace tiempo, creo que cuando salió. Y me atrapó desde el principio. Me gustaba el tono, la forma de contar las historias duras de un niño irlandés, una tierra de la que poco sabía en ese momento. Recuerdo que luego salió otro libro: Lo es, y más tarde otro: El profesor. Los compré los dos y los leí con gusto. Me encantaban las historias de Frank McCourt, su vida y su forma de ser profesor.
Empezó a publicar con 66 años y tuve éxito contando sus anécdotas. Me alegro que se reconociera su vida y sus historias.
Y la película que hicieron no estaba mal, pero prefiero sus letras, su puño y su bolígrafo. Te atrapa.


 - Memorias de una Geisha, Arthur Golkjden


También fue hace tiempo. Una amiga me lo recomendó y recuerdo que las descripciones eran expléndidas y que ese mundo que contaba hacía que cada vez tuvieras más ganas de saber un poco más sobre esas historias que nos quedan tan lejos y existen sin que nos enteremos.
La película me gustó. Cómo no iba a hacerlo... pero si tuviera que elegir, elegiría volver a sumergirme en el libro y notar esa tela trasparente que te envolvía al sujetarlo entre las manos y perderte en sus letras.





Al revés (películas más que libros)

-La mandolina del capitan Corelli, de Luis de Bernières

Cayó primero el libro en mis manos, y llegó un punto en el que me quedé parada y me costaba avanzar. Recuerdo que volví a cogerlo entre mis manos y continué, peor no demasiado. Luego lo terminé y me quedó buen sabir de boca.
Sin embargo cuando vi la película me encantó. Fue hace tiempo. A veces no quiero volver a ver pelis que me han dejado un buen recuerdo por lo que pueda pasar, como ocurre con los dibujos animados que vimos de pequeños. Una vez lo hice y me llevé un gran chasco. Pero aquí tengo que reconocer que fue la peli lo que más se grabó. 


-A tres metros sobre el cielo. 

Vi la peli sin leer el libro. Y me atrapó su fotografía, sus imágenes, el viento rozando los cuerpos, la luz de Barcelona, la química de los protagonistas, la múscia...
Y cuando vi el libro en una bandeja de ofertas y me paré a leerlo para recordar esas imágenes que todavía tenía grabadas, quedé totalmente defraudada. Sólo leí las primeras páginas, pero lo cierto es que no pude seguir, me pareció infumable. Luego vi que era un éxito de ventas, y aún me quedé más atónica. Después averigué que la película española era una adaptación del libro que era italiano, así que me quedé más tranquila pensando que habíamos hecho algo bien, que nuestro cine había triunfado.
 
 
Mitad mitad


-Cometas en el cielo de Khaleb Hosseini

Me gustó el libro. Me encantó. Me pareció duro, sí,  pero transmitía de una forma una realidad expresada en una novela que llegaba de una forma distinta, de una forma más potente.
Más tarde llegó la película. Y creo que le hace justicia. Hay películas que no llegan, que se quedan cortas, pero esta complementa, sirve de ventana para mostrar esa realidad, y ayuda.


-El Paciente Inglés, Michael Ondaatje


Sólo tengo palabras de ALABANZA para este título. Fue la película primero, quizá a mis 16 años. En unos cines que ya han desaparecido, donde los carteles de sus últimas sesiones estan descoloridos y los restos de palomitas petrificados entre sus butacas. Recuerdo la música que acompañaba una historia apasionada, a la vez que trágica. Si cierro los ojos veo la última escena con todo detalle. Creo que la he vuelvo a ver tres veces por lo menos.
Y fue hace menos, creo que hace cinco años, cuando cayó en mis manos el libro de Michael Ondaatje. En un puesto de segunda mano lo compré por dos euros y empecé a leerlo tranquilamente una tarde. Pasaron las horas y seguí ahí sentada, con él entre las manos, leyendo despacio, saboreando las palabras. Fue amor a primera lectura. Es que me encantó su forma de narrar, de contar, de decir, de mostrar, de llegar hasta el lector. Por eso lo dejé y seguí leyéndolo poco a poco. Releyendo al día siguiente algunas de las frases, quedándome con su sabor.
Poco más puedo decir, que desde entocnes, como las ciruelas de otra manera.

jueves, 3 de octubre de 2013

Un corto sobre libros el amor a los libros: The fantastic flyying books Mr. Morris Lessmore


Me lo recordó hace poco una amiga. Lo había visto hace tiempo y cuando le di al play empezaron a aparecer las imágenes en mi cabeza.

Hay historias que cuentan mucho en tan sólo unos minutos, y es que el poder de las imágenes es enorme, y en esta pequeña historia más. Es bonita, enternecedora, transmite calidez y también confianza, confianza en que las cosas pasan por algo también, y en que los libros suelen ser siempre, más de lo que parecen.

Este corto de animación lo hicieron en 2011 William Joyce and Brandon Oldenburg, intentando mostrar con una alegoría el poder curatuvo de las historias, de las palabras que se guardan en libros como los que tenemos en casa mirándonos desde nuestras estanterías.

Aquí os lo dejo para que lo disfrutéis. ¡Merece la pena!