miércoles, 8 de febrero de 2012

martes, 7 de febrero de 2012

So far from home...

-->Ben Howard acompaña estas letras con "Old Pine". Algo de lo que hablan los que se van fuera y dejan cosas atrás...

Instrucciónes: Ver el vídeo hasta el minuto 1.20 y empezar a leer.


¡Empezamos Febrero!



Empecé a hacerlo hace tiempo, desde que llegué aquí. Hace tanto... ya no puedo contar los años con una mano y eso me asombra. Ver como pasa el tiempo sin que nos demos cuenta.

Empecé los primeros días, porque necesitaba poner todo lo que arrastraba en orden; y además sabes que hacer las cosas con las manos siempre me ha relajado. Pero nunca pensé que fuera a llevarme tanto tiempo terminarlo.
Primero fueron unas hojas que recogí de unos árboles en pleno otoño, unas semillas del huerto de casa de tus padres que guardaba todavía en una caja, fotos que sacaba los fines de semana que ibamos a andar por la montaña, y utilicé también unas que colaste en mi maleta sin yo saberlo. Luego fui cogiendo recortes de periódicos, flores que sólo crecen aquí, arena, la concha de un caracol... Si, ¡hasta eso!. Poco a poco fui componiéndolo, poco a poco fui dándole forma. Había momentos que me bloqueaba y no conseguía lo que quería, así que lo dejaba y semanas más tarde volvía a ponerme con él.
A veces es difícil mantenerse firme en las decisiones, no pensar en los otros caminos que pudieron existir. Pero delante de una cerveza mientras me dedico a mover el pincel de un lado a otro, suelo cantar la canción que tu tía Julia ponía a todo volumen en la casa del campo los veranos y que decía que "Algo permanece, pese a todo". Eso me calma.

Cuando lo terminé lo coloqué en mi habitación de cañas, aireado por el olor a salitre que entra por la ventana. Estuvo ahí un tiempo, pero por mucho que me gustara no me pertenecía.

Se que quizá no sea el momento para recibirlo, no hemos hablado desde entonces. Aquí las comunicaciones son muy malas y nunca he hecho nada para remediarlo. He preferido no tener demasiadas noticias y vivir de lo que tengo.
Pero lo hice para tí y quiero que lo tengas. Porque al final: Seguimos siendo tú y yo. Y con eso basta. No porque me haya ido lejos todo deja de existir.

Puedes colocarlo en una habitación que nunca pises, puedes regalarlo, o puedes llevarlo a la casa del campo. Pero asegurate de que le da la luz. Sólo eso.
Así lucirá bonito. Como tú.